Fernando de Ávalos

Fernando de Ávalos
Información personal
Nombre de nacimiento Fernando Francisco de Ávalos Aquino y Cardona Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 1489 o 1490 Ver y modificar los datos en Wikidata
Nápoles (Reino de Nápoles) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento Diciembre de 1525 o 1525 Ver y modificar los datos en Wikidata
Milán (Ducado de Milán) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Basílica de Santo Domingo Mayor Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Familia Dávalos Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Vittoria Colonna Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Condottiero y militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados Virrey de Sicilia Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata
Conflictos Batalla de Rávena Ver y modificar los datos en Wikidata
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Fernando Francisco de Ávalos Aquino y Cardona, V marqués de Pescara (Nápoles, 1489 - Milán, 2 de diciembre de 1525) fue un militar y poeta napolitano de orígenes españoles. Fue general de las tropas hispano-imperiales al servicio de Carlos I de España durante las Guerras Italianas.

En 1512, en la Batalla de Rávena, fue tomado prisionero por los franceses, pero se le dejó libre al final de la guerra de la Liga de Cambrai. Reforzado por la experiencia, posteriormente derrotó a los franceses de Francisco I en las batallas de Bicoca y de Pavía. En estas victorias destacó por su diestro uso de la arcabucería, implementando ya entonces la táctica del fuego a volea que comúnmente se atribuye a las reformas militares neerlandesas de finales de siglo.

Antepasados

Su bisabuelo, Ruy López Dávalos, fue un noble castellano nacido en Úbeda que llegó a ser Condestable de Castilla. Tomó parte activa en las guerras del reino castellano durante el reinado de Juan II. Por ello fue enviado al exilio y murió en Valencia en 1428.

El hijo de éste, su abuelo Íñigo Dávalos y Tovar, entró al servicio del rey de Aragón y de Nápoles, Alfonso V el Magnánimo, siguió a su señor a Italia, donde casaría con Antonia de Aquino y Gaetano, III marquesa de Pescara (1440).

El hijo de este último, por tanto su padre, Alfonso, IV marqués de Pescara que casó con María Hipólita Diana de Aragón y Cardona, dama de la rama siciliana de los Cardona, fue asesinado a traición durante la invasión francesa del Reino de Nápoles (1494). Fernando se convirtió en el V marqués de Pescara.

Biografía

Cuando Fernando tenía 6 años, fue prometido a Vittoria Colonna, hija del condotiero Fabrizio Colonna, y el matrimonio se celebró el 27 de diciembre de 1509 en Ischia. Su condición de noble por parte de Aragón y Nápoles le proporcionó el apoyo de Fernando el Católico, para cuyo virrey Ramón de Cardona militó.

En 1512, dirigió un cuerpo de caballería ligera en la Batalla de Rávena, mientras su suegro Fabrizio hacía lo propio con la pesada. Golpeadas las fortificaciones hispanoimperiales por la artillería francesa a causa de la negligencia de Cardona, Fabrizio desobedeció órdenes y salió para cargar, debiendo seguidamente ser auxiliado por Fernando, con el resultado que ambos fueron heridos y hechos prisioneros. La batalla resultó en una derrota hispánica, aunque la infantería mandada por Pedro Navarro logró abatir al general enemigo, Gastón de Foix, lo que destruyó la capacidad francesa de continuar con la campaña.

Durante su cautiverio compuso una de sus obras poéticas, el Discurso del Amor, en honor a su esposa. Gracias a la intervención de uno de los más destacados generales franceses, el italiano Gian Giacomo Trivulzio, que había tomado parte en el concierto de su matrimonio, pudo ser liberado tras el pago de un rescate de 6.000 ducados.

Junto con el hermano de Fabrizio, el veterano Prospero Colonna, Fernando fungió como asesor militar del virrey Cardona en la Batalla de La Motta el 7 de octubre de 1513 contra la República de Venecia, comandando la infantería española en combinación con los lansquenetes de Jorge de Frundsberg. Dispuesto a vengar su anterior derrota, instruyó a sus hombres para que, de verle caer al suelo, le pisotearan ante sus enemigos en vez de ayudarlo a levantarse. La batalla, sin embargo, fue una victoria, obtenida así mismo sobre un militar de talla, Bartolomeo d'Alviano. Tras la victoria, Fernando ayudó a asegurar la lealtad de la aristocracia italiana hacia el nuevo rey de España, Carlos I, para lo que debió de poner sitio al ducado de Sora, que más tarde compró.

Fernando Francesco D'Ávalos, V marqués de Pescara.

Fernando quedó entronizado en el séquito de Carlos, del que consiguió que ratificase las propiedades de los nobles aragoneses en Italia como él mismo. Tras la muerte de Fabrizio Colonna en 1520, Carlos no tardó en entrar en guerra contra Francisco I de Francia, llevando a Fernando a ser destinado junto con Federico II Gonzaga y Giovanni de Médici al contingente de Prospero Colonna. Las discrepancias del arrogante Prospero y sus adjuntos condujeron a un fracaso a la hora de tomar Parma, por lo que reconsideraron sus estrategias para obtener la victoria en Milán, en cuyo trono colocaron a Francisco II Sforza. El francés Odet de Foix, vizconde de Lautrec, intentaría expulsarles de allí, contando con la ayuda del propio Giovanni, que había cambiado de bando.

Los hispanoimperiales chocaron con los franceses en la Batalla de Bicoca, en abril del año próximo, en la que los arcabuceros españoles e italianos comandados por Ávalos diezmaron a las tropas francesas y suizas de Lautrec. En esta batalla desveló la técnica de hacer arrodillarse a la primera fila de arcabuceros para permitir el disparo a la segunda en tanto ellos recargaban, seguida por la tercera de la misma manera, y así sucesivamente, el llamado fuego de volea. La victoria hispana fue total, aplastando a los asaltantes con un mínimo de bajas (ninguna, según la leyenda), y bicoca entró en el vocabulario español para designar una ganancia fácil.

Después de la batalla en Bicoca, Colonna y Ávalos avanzaron hacia Génova. Mientras Colonna negociaba con el líder local, Ottaviano Fregoso, las tropas de Fernando abrieron una brecha en sus muros, haciendo que la ciudad cayera y fuera saqueada. La dominación fue tal que el Papa Adriano VI protestó por el proceder de los imperiales.

A pesar del éxito, por estas fechas Ávalos se sintió desairado por las dificultades a la hora de trabajar con Colonna, además de haber tenido que pagar en numerosas ocasiones a sus soldados de su propio bolsillo, y marchó hacia Valladolid a pedir explicaciones a Carlos I por tal hecho. El rey emperador persuadió a Ávalos de plegarse a Colonna, pero le concedió feudos y mandos, lo que combinado con la ascendencia española de Fernando condujo a una amistad entre ambos. Con la muerte de Prospero, Ávalos le sucedió como general de las tropas en Italia y se volvió mano derecha del nuevo virrey, Carlos de Lannoy, que también venía a reemplazar a Cardona.

Cuando Francisco I invadió Italia, Ávalos fue encargado por el emperador de repeler la invasión. Las dificultades que tuvo que superar fueron muy grandes, ya que la tropa no percibía su sueldo. La tenacidad, paciencia y tacto de Ávalos triunfaron en contra de todos los obstáculos. Su influencia sobre las veteranas tropas imperiales se hizo notar en el asedio de Pavía y la posterior batalla. En enero de 1525 tomó el puesto avanzado francés de Sant'Angelo Lodigiano con lo que cortaba la línea de comunicaciones entre Milán y Pavía.

El 24 de febrero de 1525, derrotó y tomó como prisionero al rey francés Francisco I en un brillante ataque en la batalla de Pavía. El ataque de Ávalos fue de notable audacia: rodeó a la potente caballería francesa con una fuerza compuesta de arcabuceros y caballería ligera, consiguiendo destruir a los franceses. Mientras, Lannoy y los demás capitanes imperiales también conseguían derrotar a los franceses en el campo de batalla.

Girolamo Morone, secretario del duque de Milán, creyendo que Ávalos había sido despreciado por el emperador Carlos V, invitó al condotiero a que se uniera a una trama para expulsar a españoles, franceses y alemanes de Italia, prometiéndole el trono del Reino de Nápoles. Pero Ávalos fue leal al emperador, desveló esta conspiración a Carlos V, y Morone fue apresado el 16 de octubre de 1525.

Poco después de este suceso, mientras cercaba a Francisco Sforza en el castillo de Milán, enfermó, al parecer de tifus, y falleció la noche del 2 al 3 de diciembre de 1525.[1]​ No dejó descendientes y su título pasó a su sobrino Alfonso de Ávalos y San Severino, marqués del Vasto, también distinguido general imperial, que se convirtió así en VI marqués de Pescara.

Referencias

  1. Rodríguez Villa, Antonio (1885). Italia desde la batalla de Pavía hasta el saco de Roma. Madrid. 

Bibliografía

De Vallés, Pedro (1558). Historia del ... Capitan Don Hernando de Avalos, Marques de Pescara. Amberes. 

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